Road to Victory: Jesus
He walked the dusty roads of Galilee,
With healing hands and eyes that see,
The broken hearts, the silent cries,
The weight of sin, the truth, the lies.
He preached of love, of grace so wide,
Of peace and mercy, arms open wide.
Yet shadows stirred, the storm drew near,
The cross ahead, the crown unclear.
Betrayed with a kiss, condemned with a shout,
The sinless One led to carry our doubt.
Thorns on His head, stripes on His back,
The weight of the world upon His track.
Through pain and blood, He bore it all,
The Savior stumbled, but did not fall.
On Calvary’s hill, with arms stretched wide,
He gave His life — the Lamb who died.
But victory wasn’t in the grave,
The stone rolled back — the King was brave.
He rose again, the veil was torn,
In that bright dawn, new hope was born.
The road was rough, the price was high,
Yet love prevailed, death passed by.
Now every step we walk, we know —
He paved the way so grace would flow.
Camino a la Victoria: Jesús
Caminó por los polvorientos caminos de Galilea,
con manos sanadoras y ojos que ven,
los corazones quebrantados, los llantos silenciosos,
el peso del pecado, la verdad, las mentiras.
Predicó del amor, de la gracia tan amplia,
de paz y misericordia, con los brazos abiertos.
Sin embargo, las sombras se agitaban, la tormenta se acercaba,
la cruz por delante, la corona incierta.
Traicionado con un beso, condenado con un grito,
el Sin pecado nos llevó a cargar con nuestra duda.
Espinas en Su cabeza, llagas en Su espalda,
el peso del mundo sobre Su camino.
Con dolor y sangre, lo soportó todo,
el Salvador tropezó, pero no cayó.
En el Calvario, con los brazos abiertos,
dio Su vida: el Cordero que murió.
Pero la victoria no estaba en la tumba,
la piedra fue removida: el Rey fue valiente. Resucitó, el velo se rasgó,
en ese amanecer brillante, nació una nueva esperanza.
El camino fue duro, el precio fue alto,
pero el amor prevaleció, la muerte pasó.
Ahora, a cada paso que damos, sabemos que
él allanó el camino para que la gracia fluyera.
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